sábado, 16 de octubre de 2010

No he resuelto aun como llamar a este engaño



NO HE RESUELTO AÚN COMO LLAMAR ESTE ENGAÑO,
ni definir tu sonrisa y la atmósfera que sostienes.

Lejos de cualquier auxilio,
un dolor insano asoma nocturno,
te sugiere incorrecta entre el silencio.

En tu nombre busco mis archivos de fracaso,
solidario y grato este invierno se escribe en páginas
tan oscuras como lo incierto.

Tus manos celebran para mis ojos sus cotidianos quehaceres,
una sonrisa limpia es tu disculpa,
breve y en susurro este dolor innato se esconde de tu verbo humilde.

Tienes distraída categoría de acierto,
dejas una estela de perfume y magneto.

Crujen latidos avergonzados de piel y sangre,
fluye el agua con voluntad de aullido.

Repites mi nombre como quien nombra el pan todos los días.

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