viernes, 6 de enero de 2012

SIN TÍTULO.

SOLEDAD ABSOLUTA
carente de testigos y calles de la infancia.
Soledad de perros,
ausentes compañeros cuando pita el tren o la tetera.

Amanecer y al trabajo enfermo de cicatrices.

Años sin desnudos,
sólo culpas amargas en los signos.

Soledad de té sin pan,
sin cruces ni libros que puedan decir algo,
sin caricias de madre o profesora.

Naranjas en la mesa
robadas de un árbol vecino
saben amargas a la hora del sol.

Las piedras no indican mejor destino.
Soledad de copas como oficio mudo,
soledad de muerte en agónicos suspiros.

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