Campo travieso de dudas y barro
frutos lucen esperanzas desnudas
más que estos latidos de fierros enfermos
en tono armónico de luces amables.
Tenues tus ojos callan en lo habitual del silencio torpe
juventud y hambre de insultos y errores.
Cada anuncio en sonrisas de vírgen contorno
¿ Cuántas horas para labrar tu cuello ?
llenarlo de ensayos y jazz autodidacta.
Diez años antes de esta colección de discos
rasguean escobas la avenida de tus llantos huérfanos.
Ritmo constante de motores y poleas
te nombran en paisaje de papel
un lápiz Bic define tu cadera en trazos de aprendiz.
Lúcido pulso de frío domingo.
Tarro de café vacío y estufa sin parafina.
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