sábado, 13 de agosto de 2011

CON LA PENA DE UN TANGO.

Campo travieso de dudas y barro
frutos lucen esperanzas desnudas
más que estos latidos de fierros enfermos
en tono armónico de luces amables.

Tenues tus ojos callan en lo habitual del silencio torpe
juventud y hambre de insultos y errores.

Cada anuncio en sonrisas de vírgen contorno
¿ Cuántas horas para labrar tu cuello ?
llenarlo de ensayos y jazz autodidacta.

Diez años antes de esta colección de discos
rasguean escobas la avenida de tus llantos huérfanos.

Ritmo constante de motores y poleas
te nombran en paisaje de papel
un lápiz Bic define tu cadera en trazos de aprendiz.

Lúcido pulso de frío domingo.
Tarro de café vacío y estufa sin parafina.

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